Rubidia Cornejo y Carlos Alvarado son dos personas no videntes que se han propuesto sacarle a la vida todo el jugo que tenga y que, además, lo hacen con alegría y con una fuerza que ya muchos de nosotros quisiéramos.
Ellos forman parte de la Casa de la Cultura del Ciego que está ubicada sobre la 1era Av. Norte No. 1120 Barrio San Miguelito, San Salvador, entre 21 Calle Poniente y Pasaje Lindo. Son personas que trabajan por el desarrollo cultural de la comunidad no vidente salvadoreña, y que para ello organizan actividades como el Festival Artístico Literario que tuvo lugar el pasado 23 de agosto.
También nos cuenta Rubidia, que bajo la dirección de Angel de Jesús Iraheta han montado obras de teatro, recuerda especialmente "Un día en la vida de Casimira Flores" en la que Rubidia interpretaba a Casimira y que cuenta las peripecias que una mujer no vidente pasa en su cotidianidad en una ciudad que ha sido construida y modificada sin pensar en las necesidades de las personas con algún problema sensorial o de motricidad.
Además de su labor en la Casa de la Cultura del Ciego, Rubidia es también la Presidenta de la Asociación de Personas Ciegas de El Salvador, la cual se fundó en Octubre de 1992 y que cuenta hoy por hoy con más de 150 asociados. Entre los logros de esta Asociación, nos cuenta Rubidia:" el 2005 prestamos una consultoría al Ministerio de Educación sobre el proceso de integración de personas ciegas a las aulas regulares. También, con la ayuda de la fundación Rafael Mesayau y un consorcio Canadiense hemos ayudado, y continuamos haciéndolo, a más de 90 personas no videntes en todo el país para que puedan continuar con sus estudios de una manera normal"
Por otra parte, nos cuenta que este año han conseguido establecer la Red Social de Tecnología que capacita a las personas no videntes en computación e informática, por lo que hacen una invitación a quienes lo necesiten de acercarse a las instalaciones de la Casa de la Cultura ya que pueden recibir el adiestramiento necesario y sino lo necesitan por no tener problemas de visión para que se integren en esta dinámica de enriquecimiento, porque nos dicen nuestros amigos que necesitan libros, no importa que no sean libros en Braile, lo importante es que los tengan porque jóvenes que hacen sus horas sociales tienen clubes de lectura en los que leen en voz alta para todos los usuarios de la Casa de la Cultura, además yo creo que siempre se puede ayudar, de eso no nos debe quedar ni la menor duda.
Pues bien, esta ha sido la conversación de este martes 18, un beso para Rubidia y Carlos, así como para todos los salvadoreños que tratamos de superar nuestros problemas día con día. Esto ha sido la Bohemia, ¡hasta el próximo martes!
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